El Perú fue testigo de un nuevo cambio en la presidencia tras la destitución de Dina Boluarte por «incapacidad moral permanente». El presidente del Congreso, José Enrique Jerí Oré, asumió oficialmente como presidente de la República en una ceremonia realizada en las primeras horas de la madrugada. Este hecho marca el noveno cambio de mando en el país en los últimos nueve años.
La vacancia de Boluarte fue aprobada con 121 votos a favor, la cifra más alta para un proceso de este tipo en el siglo actual. Así, Boluarte se suma a la lista de presidentes destituidos por el Congreso, junto a figuras como Alberto Fujimori, Martín Vizcarra y Pedro Castillo. En el debate parlamentario, la oposición liderada por Fuerza Popular respaldó la moción de destitución, mientras que Boluarte alegó que no se respetó el debido proceso.
Analistas políticos explicaron que la caída de Boluarte respondió principalmente a su baja popularidad, que superaba el 90 % de desaprobación, y al descontento causado por la inseguridad y corrupción. Un escándalo reciente, conocido como «Rolexgate», relacionado con presuntas adquisiciones de relojes y joyas de lujo, debilitó aún más su apoyo político y social.
FUENTE: RPP Noticias.
Las protestas en Lima y otras regiones se intensificaron en un contexto de aumento del crimen organizado. Un ataque armado durante un concierto al grupo Agua Marina fue señalado como un punto crítico que reflejó la desconexión entre el gobierno y la ciudadanía. Esto contribuyó a la presión que culminó en la destitución.
José Jerí Oré, de 38 años, es abogado y congresista por la bancada Somos Perú desde 2021. Estudios en Derecho en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y una maestría en Gestión de Políticas Públicas respaldan su formación. Su carrera política comenzó en 2014 en Somos Perú, donde ha ejercido cargos internos antes de llegar al Congreso.
Durante su juramentación, Jerí afirmó que su prioridad será enfrentar la delincuencia, declarando la guerra a las bandas criminales. También prometió gestionar un gobierno de transición basado en la reconciliación nacional y la empatía, con el compromiso de garantizar un proceso electoral transparente.
FUENTE: El Comercio.