En un contexto donde la informalidad laboral supera el 57% en Lima Metropolitana y Callao, las organizaciones empiezan a asumir un rol más directo en la generación de oportunidades. A esto se suma la presencia de más de 16,000 jóvenes desempleados en Arequipa, una cifra que evidencia la urgencia de nuevas estrategias. Frente a ello, Campus Romero apuesta por integrar la formación con propósito al centro de la sostenibilidad. Su modelo se articula mediante alianzas con empresas comprometidas con su entorno.
Ejemplos recientes junto a Lima Airport Partners (LAP) y Zafranal demuestran el impacto de combinar educación virtual con espacios de aprendizaje presencial. Más de 1.8 millones de personas han sido capacitadas gracias a programas diseñados por Campus Romero. Cada iniciativa responde a necesidades específicas de cada comunidad y sector. Con ello, la plataforma consolida un enfoque adaptable y medible.
En el caso de LAP, el proyecto se enfocó en impulsar la empleabilidad en las 36 comunidades que rodean el aeropuerto Jorge Chávez. Desde febrero de 2025, más de 1,000 participantes entre 18 y 50 años accedieron a rutas formativas en habilidades comerciales y digitales. La plataforma, personalizada especialmente para LAP, permitió acompañamiento en vivo. El programa alcanzó un 30% de finalización, logrando más de 120 personas certificadas.
Por su parte, la alianza con Zafranal se centró en el fortalecimiento de habilidades blandas para jóvenes talento de Arequipa. Campus Romero implementó un componente educativo adaptado a la realidad local. Más de 100 estudiantes universitarios asistieron a talleres presenciales diseñados a medida. Esta metodología buscó potenciar la preparación de los jóvenes ante futuras oportunidades laborales.
La visión de Campus Romero quedó reflejada en las palabras de su director, Rómulo Martínez: “La educación es el puente entre las oportunidades y el desarrollo sostenible; estos proyectos muestran cómo la sostenibilidad genera impacto real cuando se conecta con las personas”. Para la institución, la formación con propósito es un eje estratégico. Su labor fortalece comunidades y promueve un crecimiento más inclusivo.
Ambos proyectos confirman que la sostenibilidad empresarial requiere modelos orientados al valor compartido. Al integrar educación, capacidades digitales y acompañamiento, es posible cerrar brechas de empleabilidad. El enfoque de Campus Romero funciona como catalizador entre el sector privado y las comunidades. La evidencia muestra resultados tangibles y medibles.
En conjunto, estas iniciativas consolidan un avance significativo hacia una educación sostenible y escalable. Campus Romero demuestra que la formación con propósito puede transformar sectores completos cuando se articula con estrategias empresariales. Su plataforma digital-presencial facilita acceso a herramientas clave. Así, contribuye al desarrollo de talento y a la reducción de brechas en distintas regiones del país.




