El histórico triunfo de Rafaela Fernandini en los 100 metros libre de los Juegos Bolivarianos Ayacucho – Lima 2025 marca un nuevo capítulo en el deporte peruano. La nadadora volvió a brillar en una final electrizante que estremeció el Centro Acuático de la Videna. Con esta victoria, se consolida como la velocista más rápida en la historia del Perú. Su desempeño confirma una trayectoria ascendente que sigue sorprendiendo.
Con apenas 24 años, Fernandini se mantiene como una de las figuras más prometedoras de la región. Su carrera incluye participaciones en Juegos Panamericanos, Odesur, FINA World Championship y múltiples podios sudamericanos. Actualmente entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Antibes, en Francia, bajo el prestigioso Club Nautique Antibes. Este entorno internacional refuerza su formación y potencial competitivo. Su proyección sigue en ascenso.
Tras ganar el oro, la nadadora expresó un mensaje que conmovió al público peruano. “Siento que este logro es mucho más que una medalla de oro; es el resultado del esfuerzo de todos los días… Con esta medalla en casa cumplí uno de mis sueños; ahora vamos por más.” Sus palabras reflejan disciplina, gratitud y una ambición deportiva sin límites. La conexión con la afición fue inmediata y profundamente emotiva. El país vibró con su celebración.
Mientras disfruta este triunfo, Rafaela mantiene metas claras para su futuro. Entre sus próximos objetivos están titularse como Ingeniera Industrial, buscar una medalla en el ODESUR 2026 y clasificar al FINA World Swimming Championship 2026. Su agenda incluye también los Panamericanos Lima 2027 y el gran sueño olímpico rumbo a Los Ángeles 2028. Cada paso es parte de un proyecto integral de alto rendimiento. La exigencia es constante.
Hoy, Fernandini se consagra como un verdadero orgullo nacional y un ejemplo para las nuevas generaciones. Su disciplina y determinación la han llevado a lo más alto del podio, posicionándola como una de las cartas principales del Perú en el ciclo olímpico. Su impacto trasciende la piscina y motiva a cientos de jóvenes deportistas. La ruta hacia Los Ángeles 2028 se perfila sólida e inspiradora. Su legado ya está en marcha.




