Cada octubre, el Señor de los Milagros recorre las calles del Perú como símbolo de fe, identidad y esperanza. Desde Lima hasta Tacna, miles de devotos vestidos de morado acompañan al Cristo Moreno en un mes de profunda devoción. Este 2025, las procesiones y misas se celebrarán con especial fervor en Arequipa, Cusco, Cajamarca, Lambayeque y otras regiones, reafirmando la unión espiritual del país a través de sus costumbres.
La historia del Cristo de Pachacamilla se remonta al siglo XVII, cuando un esclavo angoleño pintó su imagen en una pared del antiguo barrio limeño. Tras el terremoto de 1655, la ciudad quedó en ruinas, pero la pintura permaneció intacta, lo que fue interpretado como un milagro divino. Desde entonces, la tradición se ha convertido en una de las manifestaciones religiosas más importantes del mundo, donde la fe afroperuana, andina y criolla se funden en una sola expresión.
En Arequipa, el Templo de San Agustín es el corazón de la devoción. Fundada en 1950, la Hermandad del Señor de los Milagros agrupa a más de 1,500 integrantes distribuidos en cuadrillas, sahumadoras y cantoras. Las procesiones del 1, 18, 19, 20, 21 y 28 de octubre llenarán de incienso y cánticos las calles del Cercado, reafirmando la fe que perdura por generaciones.
En Cusco, el Cristo Moreno es conocido como el “Protector y Peregrino del Cusco”. Su imagen, custodiada en el Templo de San Francisco de Asís, saldrá en tres procesiones: el 18, 25 de octubre y 1 de noviembre. Cada año, cientos de fieles acompañan su recorrido entre flores, oraciones y cánticos, reafirmando su devoción en medio del patrimonio histórico de la ciudad imperial.
En Cajamarca, la Hermandad del Templo de San Francisco mantiene viva una tradición de 70 años. Este 2025, las procesiones se realizarán el 4, 5, 18 de octubre y 1 de noviembre, llenando las calles de color y fe. El sonido de las bandas y el aroma del incienso acompañan el paso solemne del anda morada, símbolo del amor y la esperanza que une a toda la comunidad.
En Lambayeque, la imagen del Cristo de Pachacamilla se venera desde hace 118 años, cuando Carmela Delgado de Aspíllaga donó la réplica que hoy se venera en Chiclayo. Este año, la Hermandad de la Parroquia Santa María Catedral ha programado cinco recorridos que movilizan a miles de devotos del norte peruano, consolidando esta fiesta como una de las más multitudinarias del país.
La devoción también tiene un lugar especial en Tacna, donde la Hermandad del Señor de los Milagros, fundada en 1959, lidera las celebraciones junto con la diócesis local. Su anda, a diferencia de otras regiones, lleva a la Virgen del Rosario, patrona de Tacna y Moquegua. Las actividades culminarán el 18 de octubre con una misa solemne y la tradicional procesión principal por las calles de la ciudad heroica.
El fervor morado se extiende también a Junín, Huánuco y Piura, donde cada comunidad aporta sus propios matices. En Piura, por ejemplo, las procesiones del 18, 19 y 25 de octubre recorrerán avenidas emblemáticas como Sánchez Cerro y Sullana. Mientras tanto, en Huánuco, la Parroquia San Francisco será escenario de misas y recorridos el 18 de octubre, convocando a familias enteras que mantienen viva la fe.
En Lima y Callao, cuna del milagro, se realizarán seis recorridos oficiales: los días 4, 18, 19, 26, 28 de octubre y 1 de noviembre. Miles de fieles acompañarán la imagen del Cristo Moreno por las calles del Centro Histórico, mientras el Nazareno Móvil recorrerá el Callao llevando bendiciones a los hogares y hospitales. Las calles se teñirán de morado, el incienso perfumará el aire y los cánticos llenarán la capital.
El Señor de los Milagros 2025 no solo representa una celebración religiosa, sino también una manifestación cultural y social que une al Perú entero. En cada procesión, en cada oración, resuena la historia de un pueblo que, pese al paso del tiempo, mantiene viva su fe, identidad y esperanza. Octubre vuelve a ser, una vez más, el mes morado del Perú.




