El Perú enfrenta un riesgo sanitario crítico debido al aumento del consumo de sal sin yodo, especialmente entre gestantes, lo que podría generar daños irreversibles en el desarrollo cerebral de miles de bebés. La falta de control sobre la yodación de la sal ha abierto una brecha peligrosa que revive un problema que se creía superado desde los años noventa. Diversos tipos de sal —importadas, artesanales e industriales— circulan sin un monitoreo adecuado, exponiendo a mujeres y niños a un escenario preocupante.
Expertos alertan que la ausencia de vigilancia estatal ha favorecido este retroceso nutricional. “Estamos ante un posible retroceso que el país no puede permitirse. La deficiencia de yodo afecta directamente el desarrollo cerebral del niño desde el embarazo”, señala el Dr. Eduardo Pretell, endocrinólogo y referente internacional en la eliminación de trastornos por deficiencia de yodo. El especialista fue clave en el logro histórico de los noventa, cuando el Perú consiguió que toda la sal de consumo humano fuese enriquecida adecuadamente.
Hoy, esa conquista se encuentra en riesgo. La falta de control ha reabierto una brecha que impacta en las regiones más vulnerables, donde la presencia de sal no yodada es mayor. Ante ello, el Dr. Pretell —a sus 94 años— impulsa el relanzamiento del proyecto Tiroides Móvil 2.0, una iniciativa nacional que recorrerá distintas regiones del país para evaluar el estado real del yodo en la población y proponer soluciones urgentes. Paralelamente, se buscará identificar brechas críticas que requieren intervención inmediata.
El proyecto incluye análisis de sal doméstica, evaluaciones del estado nutricional de yodo en gestantes y escolares, identificación de zonas de riesgo y el diseño de un plan nacional de acción para evitar daños permanentes en el desarrollo infantil. Esta iniciativa es posible gracias al trabajo conjunto entre la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el CENAN, el organismo internacional Iodine Global Network y la compañía de ciencia y tecnología Merck Perú, que permitirá recorrer 23 ciudades con fines de investigación y prevención.
Los resultados de este recorrido nacional serán determinantes para actualizar la evidencia científica y fortalecer las políticas públicas. La meta es evitar un retroceso sanitario que ponga en riesgo a toda una generación. El llamado es urgente: proteger el adecuado consumo de sal yodada es clave para garantizar un desarrollo saludable en niñas, niños y futuras madres en todo el país.




