OPINIÓN: ¿Y ahora qué, Perú? Otra vez fuera del mundial

Por Sebastian Fajardo, conductor de «Recta Final»

Otra fecha más que se va y la ilusión de llegar al Mundial 2026 parece cada vez más una quimera para la selección peruana. El empate sin goles ante Ecuador en el Estadio Nacional no solo dejó un marcador en blanco, sino también una sensación amarga: la de haber desperdiciado otra oportunidad clave. Contra un rival que jugó con uno menos desde el minuto 75, Perú no tuvo respuestas ni ideas. Ni profundidad, ni sorpresa. Apenas ganas. Y las ganas solas no ganan partidos.

Se puede decir que “matemáticamente” aún hay chances. Pero eso ya suena más a consuelo que a argumento. Para llegar al repechaje, Perú tendría que ganarle a Uruguay en Montevideo y luego a Paraguay por un marcador mínimo de dos a cero. A eso hay que sumarle que Venezuela tendría que ser goleada por Argentina y que tanto Bolivia como los mismos venezolanos no ganen ninguno de sus dos partidos restantes. En resumen: no es imposible, pero sí casi irreal.

Con la llegada de Óscar Ibáñez, bajo la idea base de Ricardo Gareca, el equipo recuperó algo de orden. Pero ya era tarde. Las malas decisiones de la Federación Peruana de Fútbol nos costaron carísimo. Desde Juan Reynoso, con su sistema súper defensivo, hasta Jorge Fossati, con esquemas que no responden a la identidad del futbolista peruano. ¿Los responsables? Allí están, sobre todo, Agustín Lozano y Juan Carlos Oblitas. El recambio no existe, el proyecto tampoco y el futuro técnico es hoy una incógnita llena de dudas.

Ya es momento de mirar hacia adelante. Ramos, Noriega, Inga son nombres nuevos que mostraron algo en esta fecha doble. Y, aunque todavía estén «verdes», representan lo poco que se puede construir a futuro. Jairo Concha, que ni siquiera fue convocado, también debería estar en ese proceso. Pero para abrirle paso a estas nuevas caras, hay que aceptar que muchos ya cerraron su ciclo. Paolo Guerrero, por más que sea el mejor jugador en la historia de la selección y nuestro máximo goleador con 41 goles, ya no está para este nivel de competencia. Lo mismo con Christian Cueva, André Carrillo, Renato Tapia, Miguel Trauco —quien incluso declaró que su etapa con Perú ya terminó—, Yoshimar Yotún, que sigue «roto». La lista es larga y seguir forzando su presencia solo retrasa lo inevitable.

La responsabilidad también pasa por la dirigencia, que debe dejar de vivir del pasado y comenzar a construir de verdad. Promover el fútbol formativo, invertir en menores, apostar por procesos a largo plazo. No hay otra vía si queremos competir otra vez con dignidad. Porque esta selección necesita sangre nueva, pero, sobre todo, una visión clara. De lo contrario, los milagros seguirán siendo solo eso.

Fuente: RPP Noticias.

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