La necesidad de impulsar la genialidad infantil vuelve al centro del debate educativo nacional gracias a una propuesta que busca transformar cómo reconocemos y acompañamos el talento en el Perú. La iniciativa plantea que el entorno natural y las experiencias tempranas son claves para desbloquear capacidades extraordinarias. Bajo esta premisa, se abre la discusión sobre diseñar sistemas que identifiquen y potencien a los niños con habilidades excepcionales, un grupo que —aunque reducido— podría impulsar el futuro del país.
El planteamiento nace de las reflexiones del autor Egidio Auccahuaque, quien parte de una pregunta esencial: ¿cómo se forma un genio? Su relato muestra que la curiosidad, el contacto con la naturaleza y la guía de maestros visionarios pueden marcar el rumbo de una vocación. Esta visión, basada en su propia experiencia, invita a valorar los escenarios naturales del Perú como espacios donde se siembra creatividad y pensamiento crítico desde la infancia.
Estudios internacionales estiman que solo el 2% de la población nace con capacidades excepcionales, pero en el Perú no existe un sistema integral para identificarlas. Muchos niños con talento destacado son encasillados en actitudes “inquietas” sin comprender su verdadera naturaleza exploradora. Para Auccahuaque, permitir que estos menores desarrollen su creatividad libremente es un paso imprescindible hacia un modelo educativo más inclusivo y visionario.
En esa línea, el especialista sostiene: «El entorno natural ha sido cuna de los grandes genios de la historia […] El Perú posee escenarios extraordinarios para cultivar ese espíritu explorador». Su propuesta incluye trabajar con Mensa y crear programas personalizados en la naturaleza, desde robótica y diseño 3D hasta exploración científica y proyectos solares. Cada experiencia está organizada en grupos temáticos que fomentan convivencia, valores y creatividad.
La trayectoria de Auccahuaque, con más de 30 años formando a jóvenes inventores, demuestra que cuando un niño encuentra su entorno ideal, florece. Cerca del 5% de sus estudiantes han mostrado talentos excepcionales y hoy participan en proyectos tecnológicos o estudian en universidades dentro y fuera del país. Su mensaje es claro: la genialidad no pertenece solo a las grandes urbes, sino que vive en los niños que esperan ser guiados.
Ese llamado se refuerza con una idea poderosa: «En algún lugar de un gran país… mueren genios sin saber de su magia». Para evitar que esta historia se repita, la propuesta invita a imaginar un Perú donde cada bosque y playa sean laboratorios vivos, y donde cada niño pueda explorar su propio camino hacia la innovación. Para ello, es necesario un país que crea verdaderamente en el valor de su infancia.
Como continuación de esta visión, las Vacaciones Útiles Troonic se desarrollarán del 9 de enero al 20 de febrero en Pachacámac. El programa unirá naturaleza, tecnología y creatividad para que niños y adolescentes vivan una experiencia educativa única. Esta iniciativa, con más de dos décadas formando inventores, busca despertar el potencial de cada participante y fortalecer su vínculo con el aprendizaje significativo.




